jueves, 25 de abril de 2013

La Primera Fila, 3ra Parte "El Último Vals"


La Primera Fila, 3raParte.
El Último Vals

Capitulo 1.
El Fin

2:00 pm...04:30 pm... 06:30 pm... 8:50 pm...y feliz, por mucho.

-¿A donde crees que van?

-¿Quienes?

-¿Como que quienes?- la chica se acomodó un poco en el frío césped y miró con mucha atención para ver si algo se asomaba en la bóveda celeste- mi amor ¡las estrellas!

Básicamente la respuesta no era de mi conocimiento. Astronómicamente hablando, una estrella fugaz es un fenómeno en la bóveda celeste que se da cuando un meteorito atraviesa la atmósfera y así mismo va dejando una estela de luz en lo alto, pero definitivamente ¿A dónde se dirige y en donde termina su viaje? No lo sé.

-Pues, quien sabe.

-¿Y si lo averiguamos? - no sé como lo hacía pero todo era muy diferente. Su manera de improvisar ante una situación en donde solo nos encontrábamos los dos era tan única que al menos en esta me dejaba impávido con el solo toque de sus dedos que entrelazaban mi mano. Ella no avisaba, ella hacía, ella sentía.

Mi mirada no se apartaba de observar el cielo. Me reconfortaba saber que podía volar con ella, imaginar un futuro bueno y sin planeaciones ni estrategias absurdas. Me alegraba sonreír de lo que ella sonreía. Allí, acostados en campo abierto sin miradas que nos pillaran o gente que nos recomendara un mejor lugar para organizar nuestra locura de ver las estrellas.
Ella se deslizó un poco para estar más a mi lado, justo a mi costado. Dio un giro para verme de frente, me tomo por sorpresa y me besó.

Una risa fugaz se dibujo en nuestros rostros y así mismo su mirada se iluminaba con una lucecita titilante que, al menos a mi parecer, erala luz más intensa de esa noche hasta que ocurrió algo que ya esperábamos con ansias.

-¿Te refieres a algo así? - mi dedo índice apunto al cielo justo en el momento en el que una estrella fugaz trazaba una trayectoria definida y elegante, como si nada pudiera detenerla y estuviera pintando colores a lo largo del lienzo negro llamado cielo.

Su cara se alejó de mí y volteó a mirarla, era un espectáculo inigualable y de verdad esperaba que ella no fuera la autora intelectual de la escena, me sorprendía su nivel de improvisación que hasta me hacía dudar si a lo mejor era ella quien había hablado con las estrellas en complicidad para preparar el hermoso espectáculo.

No sé exactamente cuánto tardó el astro en iluminar nuestros rostros, pero al parecer fue el suficiente como para regresar un poco al inicio de todo. Tenía tantos anhelos de que alguna cosa reservada cambiara o diera paso a una nueva historia en mi vida. Un capítulo nuevo en donde regresar al pasado y recordar momentos opacos o hasta dolorosos, se vieran bloqueados por algún muro invisible pero fuerte; o para darme a entender un poco más, una distracción forzada que se opusiera a un dolor inevitable del pasado y bueno,tenía un año y medio así, ya lo había logrado y sin pedirlo de alguna forma, la chica que ahora sujetaba mi mano con fuerza me había ayudado sin ninguna obligación a ver que todo cambia cuando aprendes a amar a alguien.

-pídelo ¡rápido que se nos va!- su voz me despertó del pensamiento y comencé a hilar su orden. Miré al cielo y des afortunadamente descubrí que por lo distraído se me había escapado la estrella fugaz.

 – por favor…por favor…- decía ella suplicándole a la estrella con los ojos cerrados y después de un rato más abrió los ojos y volteó a verme. - ¿qué pediste?

-Oh ya, emm...es secreto.

-Armando tu y tus sagradas dudas, dime por favor...por favorcito-su expresión era demasiado tierna, sus ojos (que de por sí ya eran grandes) se hincharon y rosaron, sus pupilas se dilataron, sus pestañas rizadas enriquecían su rostro y sus pómulos se enrojecieron. Un arte químico enaltecido en su rostro.

-No me obligues a usar mi...- me interrumpió secamente.          

-¡Cosquillas no! - su gesto cambio de inmediato y se puso seria aunque en verdad la conocía, sabía que al final de todo terminaríamos en una guerra sin cuartel entre mis ganas de enloquecerla riendo y su beso que era mi sedante y mi tranquilidad.

-Ten- de pie y demasiado cerca para cometer el error de alejarme, ella tomo mi mano por detrás de mi espalda y dejó algo en ella que se sentía un tanto raro. Una sensación entre algo deforme y en ciertas partes liso. Era hora de una nueva sorpresa y estoy seguro que de nuevo me sorprendería y que mi expresión le encantaría, y de paso a mi corazón también.

-No lo veas aún – susurró e hizo descender mi barbilla hasta su cara en lo que se ponía (como de costumbre) de  puntitas - antes de que digas cualquier cosa quiero que pongas atención, esta noche el silencio será nuestro mejor amigo- descendió y se puso a pie plano. Con su dedo índice toco mis labios en señal de silencio y se acercó a mi pecho, la sentía tan cerca de mi como jamás en la vida había estado alguien, descifrando mis misterios y escuchando el ritmo de mi corazón.

El pulso se aceleró de inmediato como si ella hubiera prendido un botón invisible y suponía, por el chillido de su risita, que su sonrisa era integra y pura. Me abrazó cada vez mas fuerte y en ese instante su olor penetro mi nariz hasta vaciar todo el oxigeno en mis pulmones, el inquietante aroma a clavel.

Volteó y note unas lágrimas que resbalaban en su rostro.

-Es hora- lo dijo en prosa, sencillo y tal como si fuera un preludio- Armando, – me tomo la cara en sus manos, tomó un poco de aire y me dijo como si nadie mas en este mundo pudiera haberlo dicho tan  real y tan lleno de electricidad- Te amo.

El tiempo se detuvo. Yo sabía que desde la mas lejana estrella hasta las mas cercana partícula habían escuchado esas palabras. El sonido de los árboles a nuestro alrededor se amotinaba y se perdía a la vez. El suelo tembló pero se sostenía firme sin vacilar. La luna calentó y el sol comenzó a enfriar. El mar se secó y el desierto se inundó con fiereza e incluso, le sonreí a la muerte mi más hiriente enemiga.

La chica retiró sus brazos de mí y me miró con cautela, como si viera la película de toda mi vida y no le causara miedo ver secretos en mi oscuridad. Ella prendió mi luz, ella encendió mi fuego.

-adelante- señaló mi mano que descansaba curva en mi espalda con el objeto raro y solo hilvanó- es tuyo.
Cuando lo miré se me hizo extraño. Era una roca de aspecto azulado y a la vez metálico.

-Es una joya especial- mis gestos le hacían entender una cosa, ya estaba sorprendido – tienes que aprender a alisarla.

La toqué y hasta llegué a hurgar más de lo necesario. No podía dejar de darme el gusto de olerla ya que el mismo azul opaco que se extendía a lo largo y curvo de sus hendiduras asemejaba a algo chicloso y brilloso, sin duda alguna visualmente antojable.

De pronto y tomándonos por sorpresa, un ruido estruendos o tal como si fuera una bomba se dejó escuchar en el interior del bosque donde nos encontrábamos. Nuestras miradas espantadas miraron por encima del claro oscuro y por el sendero donde hacía horas atrás habíamos llegado.

De inmediato me acerqué a ella y enlacé mi mano con la suya para proveerle un poco de seguridad.

-¿Qué rayos fue eso?- preguntó la chica sin perder de vista el bosque.

-¿Una estrella? ¿Crees que haya sido algo como una estrella fugaz?

Incluso antes de acabar de hacer la última pregunta pudimos ver algo en medio de los árboles a lo lejos en la oscuridad. Era una pequeña luz blanca, casi como una circunferencia aunque para nosotros era demasiado diminuta. De inmediato nos dimos cuenta de que el pequeño astro crecía exponencial mente y no mas ni menos que en nuestra dirección. Su luz empezaba aherir mis pupilas y casi instintivamente miré lo que ocurría alrededor de nosotros. Los árboles se movían y reproducían un sonido bofo que me intimido de inmediato y me erizó la piel. La luna que nos miraba a lo lejos comenzaba a desaparecer, se convirtió muy pronto en un astro negro e inerte. Se comenzó amover el suelo porque estaba temblando. La chica me tomó con más fuerza y se inclinó sin vacilar a mi pecho cubriéndose el rostro con la mano para no ver nada.

En eso se cubrió el cielo con total oscuridad y la esfera brillante que estaba suspendida en el bosque cada vez se hacía más grande. Mi corazón retumbo de un lado a otro y un hueco se abrió en mi estomago que creía,cada vez se hacía más grande y profundo. Un humo espeso cubrió nuestros pies y me limite a cubrir a la chica. Si algo tenía que defender o hasta incluso arriesgarme, era por ella.

-¡Armando! - brinqué de un salto porque ella gritaba a voz de cuello – ¡No por favor!- la chica de inmediato se alejó de mí y me extrañe por la respuesta de su cuerpo. Ella me empujó y no dejaba de ver mi mano-¡suéltala ya!

La piedra que descansaba en mi mano comenzaba a abrirse y de ella emanaba una luz aún más brillante que la del astro que nos iluminaba. Poco a poco se abría un poco más y mi mano sentía un ardor incontrolable. Con un temor como jamás lo había tenido, traté de tirar la piedra pero esta ya se había enganchado a mi mano.
                                                                                                        
- ¡No puedo, Ayúdame! - mi voz se opacaba poco a poco por el boom que profería los árboles a mi alrededor, traté de alzar mi mano y miraba a la chica que poco a poco se alejaba de mi, traté de moverme y alcanzarla pero mis pies se habían sembrado en el suelo – ¡no te alejes, por favor no me dejes!

Aunque cegado por tanta luz, logré ver algo de su mirada.Una mirada que no conocía en esos momentos, una mirada que me decía que se iba a ir, que en ese instante me iba a dejar.

-¡Vuelve! - grité aún con mas fuerza – ¡no me dejes solo,regresa! - la niebla comenzó a hacerse más densa, la luz cubría mi ser en su totalidad tal como un velo blanco se desliza para cubrir un contorno y con todas mis fuerzas di un último grito desgarrador - ¡Shanai!

Mi cuerpo tembló a ritmo descompasado. Mi corazón se desembocaba en un fuego inconsolable y mi mente tenía una larga pausa con una imagen en blanco. No había nada, solo blanco.

Pip...pip...

Pip...pip...>

El celular se disponía a realizar una caída libre si no es porque me desperté a tiempo y lo detuve con mi mano antes del casi inminente suicidio.

<<Pff>> bufé. Me costó trabajo incorporarme a mi cama que estaba hecha un campo de batalla. Sabanas tiradas por aquí, otras más arrugadas por allá, una almohada babeada y llena de sudor, la luz del sol quemándome la cara y llenando cada rincón de mi habitación de un horripilante calor bochornoso. Lo odiaba.

No lo podría definir como algo horrible o bueno, mas que nada lo definiría como extraño. Recordar un sueño a los 3 minutos de despertares algo difícil y más uno en el que te has envuelto en lágrimas. Me di cuenta ya que mis ojos estaban humedecidos e hinchados, muy rojos.

Un bosque...una roca...y mucha luz, si... demasiada luz.

Aunque recuperaba el ánimo, me costaba trabajo estar al cien porque había un sentimiento raro en mi pecho. Algo como una perdida, una necesidad de encontrar a alguien en un lugar de luz pero no recordaba al cien de quien se trataba. De inmediato traté de revisar la hora en mi ordenador y tal como en los días anteriores, ya era demasiado tarde como para pretender llegar bien a mis clases en la escuela.

Mi aseo personal fue bastante rudo y flash. Un desayuno carente de alimentos nutritivos y basado en carbohidratos así que traté de terminar rápido como para creer llegar a la primer hora de clase. Tomé el picaporte de la puerta de mi casa y justo fue que recordé que un celular me había despertado de un humeante sueño. Recogí el móvil del buró de mi habitación y observe que había un mensaje sin leer en la bandeja de entrada <<gracias por salvarme la vida quien quiera que seas>> pensé <<me salvaste de ese horrible sueño>> y en lo que caminaba al pasillo de salida leía:

NUEVO MENSAJE:

“Jamás llegue a imaginar que una paleta cambiara toda mi vida
y que después de 4 meses a tu lado la felicidad me persiga a cada momento.
Gracias.
Hoy nos toca comer algo juntos, yo invito. No se te olvide amor :)
 Besitos...
 ...Tu princesa, Shanai” .






4 MESES ANTES.

>>JIMENA

-¿A qué te refieres con “Lo último”?

-Si supiera ya te lo hubiera dicho Jimy pero lo único que me dijo fue “Nataly es lo último que me falta para acabar”, bueno, palabras más palabras menos.

Asimilé un poco más lo que decía y sostuve con  más fuerza la carta que tenía en la mano. La miré de reojo y me dio cierta curiosidad abrirla en ese instante pero me contuve, no quería que mi amiga, que aunque ya sabía demasiado del asunto, se sintiera con una carga o que pudiera sospechar lo que mis ojos no podían ocultar al leer el escrito. Ya me lo había dicho el en alguna ocasión <<cualquiera puede leer tu mirada, no eres nada discreta... >>

-Mira – continuaba Nataly – no sé lo que venga ahí adentro, quien sabe que te haya puesto o a que quiera llegar con este asunto pero solo quiero decirte algo, conozco cuando alguien se ah enamorado de otra persona, digo, solo conozco porque ya sabes cuál es mi historia, no me ah ido del todo bien en eso pero al punto que quiero ir es a que no mates lo que en un futuro pudiera ser el amor de tu vida.

El término me desequilibro pero afortunadamente tengo la cabeza llena de razones para no tambalearme con esas inútiles frases.

A veces Nataly era bastante pesada o muy directa, quería que la gente reaccionara con el solo impulso de lo que pudiera ser verdad para ella, aunque para los demás resultara algo loco o extraño. Lamentablemente en este caso, tenía algo de razón, solo algo.

-Es fácil hablar de eso pero ¿sabes de verdad lo que estás diciendo? -le cuestione de un salto- ¿te has imaginado alguna vez como será el amor de tu vida?

Una pregunta difícil y la verdad espero no haberla ofendido. Mi amiga es bonita pero con una suerte de la patada.

-Bueno Jimena solo dime...- cortó un poco la voz,inspeccionó a los alrededores y me miró con mucha atención- ... lo besaste ¿verdad?

Por obvias razones no le iba a responder. Era absurdo pensar que Nataly no comentaría algo de su pregunta tan abierta, y en especial a él,ya que tenemos a la misma amiga en común y confiar que no le dirá nada a nadie no era una promesa válida para mí.

Pero bueno aparte de eso creo que el problema de esto no era el beso, sino la intención y mi única intención hasta ese momento no iba  más allá de sentir lo que seguramente sentía ÉlArmando. Esto es un poco de emoción, un fluir momentáneo de un loco sentimiento y un olvido, claro, pensar que al día siguiente mi amistad con él volvería a ser la del día anterior. No soy mala persona o una mujer sin escrúpulos, solo que hay que dejar algo en claro, no quiero que entre algo a mi corazón que jamás volvería dejar ir o...que me lo arrebataran, y afortunadamente nadie en el mundo lo sabía, a excepción de esa loca ardilla en mi cabeza que giraba al volver a recordar ciertas imágenes de mi pasado.

-¿Eso es un sí?- creía tenerlo bajo control pero supongo que ella dio por entendido un si debido a mi largo rato de silencio.

-Desde luego que no – mentí con seguridad.

-pero podría haber sido que él, al querer ser parte de tu vida te haya ligado sin darse cuenta, ¿no lo crees? - Nataly quería ligar algo que la verdad ya había sido ligado desde hace mucho, pero que yo evadía a capa y espada por mi propia seguridad.

-amiga- comencé sin titubear- hay veces que tienes que dejar que las cosas agarren su curso- la tome de las manos asegurando lo que trataba de decir – hace mucho tiempo que no lo veo, no se haya sido de él – Natalydesvió la mirada tratando decirme algo, sin embargo su silencio me motivo a seguir hablando -si se puede se puede y si no...

-Y si no...¡Luchas! – me miró con firmeza interrumpiendo con fuerza. Se levantó de donde estábamos sentadas y miró sin interrupciones el sobre que descansaba en mis manos- yo espero que en verdad no sea lo último, nos vemos.

--
Hora y media después de mi conversación con mi mejor amiga, regresé a casa.

Después de inspeccionar a lo largo de toda la sala y hasta en el jardín, no encontré a nadie.

Mamá solía salir casi todo el día, su trabajo la absorbía en horarios. Carlos, mi hermano, estudiaba y era una persona fastidiosamente inteligente, así que era buen momento para abrir la carta.

Antes de pensar en romper el borde del sobre recordé ciertas cosas que me producían una risa tonta y ligera: Un baile, un chico de vaquero negro y sin amor por la moda, una cita en el cine, un estacionamiento abandonado en alguna colonia de la ciudad, un parque, un helado raro, una luna...y un beso.

Cuando abrí el sobre lo primero que vi fue un papel pequeño que se leía: “Talking to the moon, Bruno mars”. La conocía, y si mal no recuerdo creo que esa canción me la había dedicado después de una conversación que tuvimos hace exactamente un año por Internet, y hasta conociéndolo bien sabía que esa era una invitación a escuchar una canción que para los dos nos traería para siempre buenos recuerdos de un tiempo que no se volverá a repetir.

Después abrí la carta pero antes de empezar a leer interpuse a un viejo amigo,un aliado del pasado que me había hecho un bienestar antes que traicionarme; invoqué a la razón. Al mismo tiempo el enemigo de siempre quería interponerse, lo sentía acercarse tal como un bicho raro que te pesca por la piel y no te suelta hasta inyectar su sucio veneno... ya empezaba a latir el corazón. La razón automáticamente jugo su carta <<Solo es una hoja con letras>> me decía lenta y serena << una hoja tan común>>, así que automáticamente la carta pasó de ser una hoja con miles de colores a una hoja con letras, una hoja simple y hasta sin sentido. Se me hizo demasiado absurdo encontrar un animal dibujado al final de la misma. Lo único que hice fue leerla, simplemente leerla.

“Difícil, ah sido muy difícil...”- era fácil reconocer su letra pero era aún más sencillo reconocer la forma en la que escribía; era bueno escribiendo. - “...espero que al terminar de leer esta carta, todo llegue a su fin.”- dejando de lado un poco lo técnico, creo que trataba de dar a entender algo muy personal, perder o terminar algo no es sencillo, si lo eh de saber yo.

Poco a poco leí cada término de la carta, cada silaba y cada renglón. La leí como si fuera un comprobante de domicilio, no le preste mucha atención a sus palabras como : “terapias”, “corazón”, “desaparecer”,“pasado”, “fin”.

Victoriosamente termine de leer la carta y sin más ni más, la deje en la mesa del comedor. No pasó nada, poco a poco me recosté en los sillones de la sala, tomé una almohada de la misma y recargue el peso de  mi cabeza en ella abrazándola con fuerza. El silencio iba consumiendo el lugar aunque muy poco usual y la soledad era atractiva.

Tomé el control del minicomponente que estaba en la mesa. Prendí la radio y deje que el sonido del locutor me hiciera olvidar que mi corazón comenzaba a agolparse en mi pecho.

<<... después de tanto encontramos lo que buscábamos, una razón para amar...>> decía el locutor con su voz juvenil, respirando profundo y alargando las palabras; hablando despacio y arrullando al auditorio con el timbre de su voz <<pero ¿Qué es amar?. Antes de cualquier cosa quiero decirte que no hay una respuesta exacta para una pregunta tan compleja. Sería ilógico tener una respuesta simple para algo tan complejo ¿no?, aún así amar es tan simple y sencillo como dar una rosa esperando solo una sonrisa o incluso sin esperar algo a cambio, esperar a alguien sin saber que regresará algún día. Amar es hacer cambios, cambiar alguna actitud que afectaba a la persona que amas,cambiar tu forma de ser pero sin perder tu escencia.>>

<<Amar es una abrazo en tiempos donde la vida inventa tempestades de intensos vientos fríos. Amara es ser la luz de alguien cuando la neblina ah llegado a su vida. Amar es recorrer el mundo al lado de alguien en un solo segundo, con solo tocar su mano. Amar va más allá de lo que pudiera ser físico. No esperes que alguien te enamore por su porte o por su cartera , porque eso no es amor. Amor va más allá de un solo título, más allá de una posición en una esfera de la sociedad. Amar va más allá de sentir mariposas en el estomago y creer que estas serán eternas porque algún dia las mariposas tendrán que volar y crecer, evolucionar, trascender, así igual es amar>>

<<Amar va más allá de dar un beso, que sí, aunque el primer beso es eternamente especial e infinitamente intimo, aún más importante es el último beso, aquel beso que damos cuando estamos por partir de este mundo y supimos que ella o él, en verdad fueron y serán el amor de nuestras vidas. Pero así mismo también amar es dejar ir, o más sencillo pero sinceramente fuerte, es decir adiós..>>    

Me recliné en el sofá poniendo atención a lo que el locutor decía pero aún más a lo que decía alguien que se encontraba conmigo en la sala, alguien que nadie más únicamente yo podía escuchar. Estaba latiendo y lo hacía cada vez más rápido. A la par mi cabeza quería hacerme recordar cosas, yo estuve indispuesta y solo me dedicaba a tomar aire cada vez más rápido y hacía lo posible por bloquear todo recuerdo pero creo que no daba resultados 

<<...amar no es atar o atarse a alguien o a algo, decir adiós cuando es el tiempo de partir o de tocar retirada no es sinónimo de derrota. Debes saber que quizás no era el tiempo o si Dios mismo no lo quiso es por alguna razón celestialmente lógica y tú tienes que amar soltando para recibir algo mejor o quizás hasta mas grande. No te sientes jamás mal por dejar ir, al final y  cuando pase el tiempo sabrás que a pesar de todo, aprendiste a amar>>

Ya no soportaba, era demasiado lo que escuchaba. Entre el locutor, un sonido chirriante que envenenaba mis oídos y un dolor de cabeza insoportable, estaba a punto de estallar. No sabía si gritar o llorar o correr o apagar la radio o definitivamente salir de la casa y pensar en otra cosa

<<Y como lo dice muy bien un libro muy conocido...>> Definitivamente comencé a llorar, me derrumbé <<El amor todo lo soprta, todo lo cree. El amor jamás dejará de ser>> Derrota, la razón estaba siendo vencida y mi mente al final cedió, los muros habían caído. 

<< Ahora el siguiente tema musical de esta noche siendo las 08:43 pm. Time de Alan Parsons Proyect, ¡Tengan una bellisima noche! Me desbaraté en el sillón y sin pensarlo comencé a soltar las cadenas que aprisionaban a mi corazón.

Un gritó se escuchó en el silencio, inundó toda mi mente y desaparecí de la habitación.

El pensamiento fue tan profundo como si volviera a vivirlo , como si no estuviera recordando y estuviera en ese lugar, en el lugar al que no quería regresar jamás, al que no quería volver ni en más profundo sueño.

-ama y perdona- decía papá- ama como te ama tu papi.

Mi respiración acelerada hizo que todo el entorno volviera a cambiar a un tono blanco, neblinoso y rápidamente cambio toda la escena.

-¿Papá?- mi papá se había desvanecido sobre una silla del despacho donde trabajaba, como si se hubiera desmayado – ¡papá contesta!- mamá entró de inmediato en la habitación con una cara de terror como jamás la había visto ni la veré.

-Julio- lloré desconsoladamente  y mi mamá no paraba de tomar la cara de papá. Sus gritos desgarraban las paredes de la habitación- ¡Julio que te pasa! ¡Ayúdenme!...! AYUDA!

-¡No te vayas!- Mi grito era ahogado, sentía como si mi garganta se cerrara y se quemara – ¡papá no me dejes!
Miré en un espejo y me pude ver. Tenía a lo mucho 10 años y apenas era una niña que disfrutaba absolutamente de todo y tenía todo hasta queme lo quitaron, mi papá se había ido.

Después mi mente se perdió en un blanco intenso, no había nada más que blanco.

En un segundo sentí un empujón y me vi en una caída libre…de nuevo imagen en blanco y después estaba sola, vestida toda de negro viendo una foto de mi papá cargándome en sus brazos. Por eso mismo mi estomago recibía dolores intensos y escalofriantes que al igual que mis nauseas subían y bajaban de mi garganta. Mi mirada se centro en una pequeña nota que estaba en la parte inferior del cuadro y esto era lo que decía: “Ama, no importa lo que pase solo ama. Con Amor tu Papi”

De repente una lágrima resbaló de mi mejilla, se estrelló en el recuadro de la fotografía y el estruendo de la lágrima se azotó en la desconocida habitación. Mi corazón se aceleró demasiado y no tuve más que cerrar los ojos con fuerza y lentamente tomar aire en lo que me enfocaba envolver a abrir mis ojos poco a poco. Mi respiración comenzaba a ser cada vez más pausada y ligera y comenzaba a sentir de nuevo que regresaba a casa, que mi pensamiento regresaba a mi hogar aunque la vieja herida se había vuelto a abrir.

El sudor se escurría en mis brazos, también en mis manos y comenzaba a sentir un escalofrío que estoy segura venía desde  mi corazón, desde el fondo de mi pensamiento y lo único que podía hacer ahora era abrazar con todas mis fuerzas la almohada que absorbía mis lagrimas y me daba un poco de seguridad, no mucha pero lo suficiente para sollozar un poco.

No pretendía dormirme ni quedarme en un lapso mental que le diera oportunidad a mi mente para volver a pensar en el pasado, pero necesitaba algo que refrescara mi mente o que le diera un poco de respiro a mi conciencia,así que mire una hoja que descansaba en la mesa, era la carta de Armando. Dudé en volver a leer su contenido pero reconocí que ya no sería lo suficiente fuerte para negarme, necesitaba distracción, necesitaba un abrazo...necesitaba de él.

<<¡Que bellisima se ve la luna ésta noche!..>> el chico de la radio, el joven locutor, estaba en su mundo al igual que yo estaba perdida en el mío << ésta noche podría ser una excelente noche si le dedicaramos la luna a esa personita, la única en nuestro mundo a la cual en verdad amamos. La cual ah luchado por nosotros y ah nuestro lado sin importar nada, sin condición alguna y por el gran y único motivo universal; el amor, que al igual que la luna siguen y seguirán brillando para nosotros todas las noches...>>  

Abrí la hoja y me di cuenta de que esa carta tenía algo diferente a cuando le eche el primer vistazo.

Comencé a leerla poco a poco y entreteniéndome en las palabras y hasta en los acentos, pensé demasiado y creo que tarde horas en leerla porque al mismo tiempo mi mente me empujaba a pensar en Armando. Lo que tanto me decía él, lo que hacía por mí, lo que creaba para mí en solo un segundo, la risa que me dedicaba , el silencio que lo caracterizaba, el poema que me escribía sin algún motivo especial, lo que me hacía sentir.

Creo que él siempre lo había ocultado, yo era la culpable de tantas noches de desvelo y no precisamente por algo lindo que sintiera él por mi aunque a veces me lo hacía saber por las ojeras del día siguiente que nos veíamos en el colegio y por su particular temblorina que tenía al verme, sino por la duda, la gran duda del porque jamás deje que esta historia continuara.

Pero había cambiado esa noche, todo había cambiado. Lo queme dolió en el pasado, lo que le había ocurrido a mi papá, había hecho muros aunque nadie mas había sido la culpable, solo yo. Aún así recordé las últimas palabras “Ama...solo ama”. Papá no había querido que yo fuera como lo había sido con Armando, estoy al cien segura y aún más que eso, Armando jamás habría dejado que alguien me hiciera daño, tal como yo se lo estaba haciendo a él, antes de ahora, antes de este momento.

Me sequé las lagrimas en lo que mi pensamiento se seguía centrando.

Poco a poco mi corazón viró y tomó un impulso improvisado, algo nuevo y hasta diferente, este mismo impulso me hacía respirar bajo una estela de paz y una nube de tranquilidad única que esperaba fuera duradera.

Mi corazón latía como nunca me hubiera imaginado, no era demasiado rápido sino con un ritmo lento y coordinado, estaba feliz porque el ya había encontrado algo. Sonreí un poco al ver que al final de la carta había dibujado un conejo con unos dientes enormes, pero aún así mi corazón sintió una punzada de dolor al ver las últimas palabras “adiós”, “El fin”.

<<No Armando, Tú no te puedes ir, tu nunca te has marchado de aquí. Si algún día luchaste por mí, ahora me toca luchar por ti. Tú eres lo que ahora necesito, ese abrazo en tiempo de neblina, lo que siempre me hacía olvidar mi pasado aunque lo único que tenías que hacer, era sonreír>> pensé lento y bajo que hasta se lograba escuchar en voz baja.

¿Un cambio de la noche a la mañana en tan solo un instante? No, ya lo intuía, ya lo veía venir como una tempestad, como si solo bastara dar un pequeño golpe en un lago de hielo para que se resquebraje todo y me deje ahí,hundida sin salida de nuevo. Mi defensa era fuerte pero no perfecta y ni siquiera eterna, soy frágil como cualquiera hasta podría pensar que en el fondo lo era más.

Sinceramente para mí ya no había dudas, se que esa noche había servido de mucho y que no lo quería perder y es porque simplemente no me imaginaba sin el toque de su mano, sin una noche más de poemas y sin mirar la luna pensando en su corazón.

Sabía que él me amaba <<Y precisamente de eso habla Bruno Mars con esto exquisito que se llama : Talking To The Moon, en un momento regresamos con ustedes...>> Y yo, lo amaba a él.

CONTINUARÁ ...